
Denominación de Origen
Sidra del País Vasco
Sidra de calidad elaborada
100% con manzana local
Sidra del País Vasco
Con cada trago de sidra, bebemos un trocito de nuestra historia.
La sidra tiene una historia milenaria en el País Vasco, aunque resulta imposible determinar con exactitud cuándo y cómo comenzaron los antiguos vascones a elaborarla. Lo que sí es cierto es que, durante siglos, la sidra ha sido la bebida más extendida en todo el territorio, así como un sustento imprescindible en la alimentación de las familias vascas. Los documentos y menciones más antiguas se recogen en el extenso libro La Sidra, de José Uria Irastorza. Existen diversas teorías sobre cómo y cuándo se introdujo la manzana en nuestro territorio. Los restos de manzanas carbonizadas hallados en cuevas de la cornisa cantábrica demuestran que este fruto ya era domesticado en el Neolítico y formaba parte de la dieta de los antiguos pobladores vascos. El geógrafo griego Estrabón ya hacía referencia a la pitarra —una bebida elaborada con manzanas hervidas, miel y agua— en tierras vascas. Más tarde, durante las peregrinaciones medievales a Santiago de Compostela, Aymeric Picaud describía Euskal Herria como «de lengua bárbara, montañosa, pobre en vino, carne y alimentos, que compensan con manzanas, sidra y leche». Incluso el inquisidor Pierre de Lancre, con tono despectivo, escribía que las vascas «comían manzanas y bebían sidra, el elixir del demonio».

Materia prima
La manzana es el gran tesoro del sector de la sidra del País Vasco. A lo largo de miles de años, las variedades locales se han perfeccionado gracias al saber hacer de los baserritarras, los productores que han mantenido viva esta tradición generación tras generación.
Hoy en día, se estima que existen más de mil variedades de manzanas utilizadas para la elaboración de sidra. La Denominación de Origen Euskal Sagardoa autoriza el uso de 106 variedades, clasificadas entre ácidas, amargas y ácido-amargas.
En la cuidadosa selección y combinación de estas variedades comienza el secreto de una buena sidra: el equilibrio de sabores, aromas y matices que otorga personalidad propia a cada sidrería y hace de la sidra vasca un producto único.
Descubre los tipos de manzana
Proceso productivo
Calidad para disfrutarla durante todo el año
La elaboración de la sidra comienza a principios de septiembre, con la selección y recolección de las manzanas. Este proceso se prolonga hasta finales de noviembre, cuando llegan a las sidrerías las variedades más tardías. Una vez recibidas, las manzanas se someten al prensado, dando inicio a su transformación en las sidrerías. El zumo obtenido se deposita en las kupelas (toneles de madera o acero inoxidable), donde se desarrollan las fermentaciones alcohólica y maloláctica, entre otros procesos naturales que determinan el carácter final de la sidra. A partir de enero y hasta finales de abril, la sidra puede degustarse al “txotx”, directamente desde la kupela en las sidrerías, como marca la tradición. Posteriormente, una vez embotellada, está disponible para su disfrute durante todo el año, no solo en el País Vasco, sino también en un número cada vez mayor de lugares del mundo.
Fases del proceso productivo
Calidad de la Sidra Natural
Calidad para degustarla durante todo el año.
La sidra natural se caracteriza por su sabor auténtico y equilibrado, resultado de un cuidadoso proceso de selección de manzanas, prensado, fermentación y embotellado. Gracias a estas técnicas tradicionales combinadas con métodos modernos de conservación, la sidra mantiene su frescura, aroma y matices únicos durante todo el año, ofreciendo a los consumidores una experiencia consistente y de alta calidad en cada degustación.

Características
El producto presenta unas características físico-químicas bien definidas con un grado alcohólico entre 5 y 6%, con un contenido total de anhídrido sulfuroso inferior a 100 mg/l y una acidez volátil menor de 2,2 g/l. Posee carbónico endógeno exclusivamente y no contiene azúcares añadidos. Desde el punto de vista microbiológico, se garantiza la ausencia de microorganismos patógenos y toxinas, asegurando su inocuidad. El modo de presentación es variado, adaptándose a diferentes formatos de consumo: botellas de 75 cl (cajas de 12, 6 o 3 unidades), botellas de 33 cl (cajas de 24 o 12 unidades), Bag in Box de 3 y 5 litros y latas de 44 cl.

En vaso ancho o en copa
Se recomienda conservar la sidra en un lugar fresco, ya que temperaturas demasiado altas o bajas pueden afectar sus propiedades y sabor. Para servirla, lo ideal es escanciarla desde una altura de 5 a 10 cm, lo que permite disfrutar de un trago pausado y apreciar plenamente los aromas y matices de la manzana. La sidra se puede servir en copa, que resalta sus cualidades aromáticas y facilita la degustación. Acompaña perfectamente a cualquier tipo de plato y, gracias a la diversidad de sidras disponibles en la actualidad, es un producto versátil y apto para todo tipo de consumidores, ideal para disfrutar durante todo el año.

Disfruta de la sidra al Txotx
Escancia la sidra directamente de la kupela a tu vaso de sidra para disfrutar de su txinparta. Sirve únicamente la cantidad que vayas a consumir en un trago, ya que el escanciado rompe los aromas y la txinparta de la sidra. Acompáñala con un menú tradicional de sidrería y combínala con otros platos típicos servidos en nuestras sidrerías. La temporada del Txotx se extiende de enero a finales de abril, aunque cada vez más sidrerías permanecen abiertas durante todo el año para ofrecer esta experiencia única. Antes de degustar un menú tradicional, se ofrecen visitas guiadas para conocer de cerca el trabajo de cada bodega de sidra.























