Proyecto Jauzarrea - Canadá

Programa que este verano JAUZARREA desarrollará en el Lugar Histórico Nacional de la Fortaleza de Louisbourg con PARKS CANADA, Fortress Louisbourg Association y UNAMA'KI College-MARSHALL INSTITUTE-CBU (Cape Breton University).

El Lugar Histórico Nacional de la Fortaleza de Louisbourg en la Isla de Cape Breton, Nueva Escocia (Canadá), territorio “no cedido” de la Nación Mi’kmaq, constituye la reedificación de mayor envergadura –a partir de excavaciones arqueológicas– en América del Norte. Hoy podemos contemplar 32 edificios y una cuarta parte de las fortificaciones, reedificadas ateniéndose a los restos hallados y a registros históricos de los archivos.

Esta población fortificada enfrentada al Océano Atlántico, y circundada por marismas y bosques, está ambientada en un punto medio de su breve historia, en el año de 1744. Sus murallas con fosos, el palacio del gobernador, las casas de distinguidos burgueses, tabernas, almacenes, cuarteles, panadería, bodegas, tiendas y todo tipo de viviendas del resto de sus habitantes, confieren al enclave un atractivo extraordinario, dadas las dimensiones del  stablecimiento. Todo ello hace que Louisbourg sea hoy en día un destino de indudable interés para los amantes del patrimonio histórico. En todos sus rincones bulle una población ambientada con atuendos de época, que además le confiere el valor añadido de la interacción con el visitante.

Louisbourg era un enclave estratégico para el equilibrio de fuerzas de las dos potencias que se habían arrogado con el derecho a poseer esas tierras –por encima de los naturales del lugar, los Mi'kmaq–, y que por lo tanto se disputaban aquella inmensidad de árboles y agua: la corona francesa y la corona Inglesa. Conocemos por documentos del siglo XVIII, que los vascos teníamos una presencia significativa en Louisbourg, y sin embargo esto no se veía reflejado en el conjunto de la puesta en escena que realiza el equipo de PARKS CANADA sobre el terreno.

En 2019 iniciamos este programa, integrado en un amplio proyecto denominado KNEKK TEPAW que se inició en 2018, con la celebración de un congreso internacional ATLANTIAR de JAUZARREA en Sydney con la Cape Breton University.

JAUZARREA envía de nuevo tras el parón de la pandemia a dos estudiantes, Garazi Maeso (Andra Mari Taldea de Galdakao) y Mikele Albisu (Argia de Donostia), para trabajar como voluntarias en Julio y Agosto integradas en el equipo de PARKS CANADA, en sus roles de habitantes vascas de la colonia, hablando euskara y enseñando música y danza tradicionales vascas del siglo XVIII. Su atuendo, que son trajes realizados por Claude Iruretagoyena y Jon Olazcuaga de Maritzuli Konpainia (Biarritz), representa modelos fieles a esa época con todo rigor. Los instrumentos musicales, txistu y tamboril, son réplicas de modelos del siglo XVIII, elaborados por "Txino" Tomás Díaz Peñalba de Ezpelur Gaiteroak, Irunea.

Durante 9 semanas ellas serán embajadoras de nuestra cultura en el enclave de Louisbourg que, ambientado en el año 1744, recibe 150.000 visitantes por temporada. En esta ocasión su trabajo será complementado por otras actividades como son la introducción de la sidra vasca en las tabernas de la colonia y la celebración de una Semana del Chocolate Vasco. Las dos estudiantes participarán así mismo en un programa intercambio de cultura de la Primera Nación Mi’kmaq en campos de verano, en las Bandas de Eskasoni, Membertou y Wagmatcook.

Xabi Otero, director de JAUZARREA, participará durante varias semanas en talleres de trabajo para acometer mejoras en el programa, desarrollando nuevas iniciativas, y para elaborar los contenidos de un libro sobre el conjunto de la experiencia con el fin de divulgarla junto a PARKS CANADA en el conjunto del sistema de Parques y Sitios Históricos Nacionales de Canadá.

EUSKAL SAGARDOA ha colaborado estrechamente con JAUZARREA para hacer llegar hasta Louisbourg la sidra, elaborada con manzana vasca, de la sidrería ISASTEGI de Tolosa. De esta manera nuestra sidra estará presente en los menús de los 5 restaurantes, cafeterías y tabernas del enclave, abriendo nuevas expectativas para el futuro.

La sidra vasca, elaborada en los caseríos del País Vasco, fue la primera en viajar a América, de la mano de nuestros marineros. La intención de dicha colaboración es poner en valor el producto Euskal Sagardoa y su historia, muy ligada a América del Norte y los comerciantes y pescadores vascos. Del 11 al 17 de Julio el Maestro Chocolatero Rafa Gorrotxategi conducirá la Semana del Chocolate Vasco.

Los vascos de Louisbourg consumían chocolate de forma rutinaria, además de comerciar con él. Bernard Etcheverry fue uno de los muchos comerciantes vascos que brindaban chocolate a sus invitados y compatriotas con regularidad. Bernard Dargaignarats, Bertrand Larreguy, Jean-Baptiste Lascorret, estos hombres consumían chocolate y lo importaban a Louisbourg para venderlo. 26 de los 147 comerciantes en Louisbourg eran vascos. Además del numeroso colectivo dedicado a la pesca del bacalao, con sus familias y sus posesiones.

También funcionarios de la corona francesa, miembros de la guarnición, tratantes de pieles y aventureros, hasta un 20% de los habitantes del enclave eran euskaldunes, desde su fundación sobre un asentamiento vasco en 1713, hasta 1758 que fue tomado por los británicos. Los vascos conocieron el chocolate desde el inicio del contacto con los indígenas en América Central y del Sur. Desde inicios desligo XVI hay noticias de cacao traído por marinos y soldados de vuelta de sus viajes de América. A mediados de siglo el consumo de chocolate en Euskal Herria estaba extendido, y ya se atribuye al vasco fray Juan de Zumarraga, primer obispo de México, en 1520 la decisión de añadir azúcar de caña en lo que sería la primera receta de chocolate caliente tal y como lo conocemos.

En 1727 las Juntas Generales de Gipuzkoa proponen al monarca español limpiar el Atlántico de piratas y contrabandistas británicos y holandeses, fletando los propios barcos vascos armados a cambio de conseguir el monopolio del cacao.

El rey suscribe la Real Cédula en Septiembre de 1728, a partir de 1731 el cacao era ya suministrado por la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas desde Venezuela, y entraba en nuestro país por Donostia, Pasaia y Baiona. De Baiona llegaba a Louisbourg.